jueves, 13 de marzo de 2014

Formas de organización del trabajo

En las últimas décadas asistimos a cambios sustanciales, donde el modelo fordista-taylorista de organización del desarrollo de la producción ha venido siendo desplazado por nuevas formas de organización del trabajo, las que han sido denominadas como, neofordismo, postfordismo, especialización flexible. Estos cambios, junto con la reestructuración económica y política, parecen estar configurando una respuesta a la crisis capitalista, en vistas a recuperar los niveles de productividad perdidos.

Si bien no se puede hablar que las formas de organización del trabajo tuvieron una correlación directa en el campo educativo, la presencia de muchos conceptos y prácticas nos dan cuenta que influyeron e influyen en sus conceptualizaciones y prácticas.


Con el discurso fordista-taylorista se introducen en la educación el saber parcializado, los refuerzos positivos y negativos, el control individualizado de cada alumno, el rendimiento, determinadas maneras de selección y de formación. Con el nuevo modelo, la educación adquiere nuevas exigencias de “flexibilidad y capacidad de adaptación”, que deben tener las organizaciones escolares, los técnicos, directivos y docentes para poder ofrecer respuestas ante las contingencias imprevisibles, situaciones singulares o demandas de sus potenciales clientes.